CONFIRMACIONES 2024

CONFIRMACIONES 2024

MONICIÓN.

Hermanos: nos hemos reunido para celebrar el sacramento de la confirmación de algunos miembros de nuestra comunidad de bautizados. La confirmación es el segundo de los sacramentos de la Iniciación cristiana. El Celebrante Fray César Garza Miranda preside esta asamblea, en la que el Espíritu Santo, que ya habita en el corazón de los bautizados, se les infundirá con mayor plenitud, a fin de hacerles madurar y crecer como cristianos. Renovemos nuestra fe en la presencia del Espíritu del Señor, dispongámonos a recibir, tanto los que se han de confirmar como los que ya lo estamos, una nueva efusión de sus dones.

Nos ponemos de pie.

 

RITOS INICIALES

Celebrante: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
R. Amén.
Celebrante: El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu Espíritu.

Acto Penitencial

Celebrante: Hermanos, para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados.

Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.

Celebrante: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R: Amén.

V./ Señor, ten piedad.  R./ Señor, ten piedad.
V./ Cristo, ten piedad. R./ Cristo, ten piedad.

V./ Señor, ten piedad. R./ Señor, ten piedad.

Celebrante: Gloria a Dios en el cielo…

Oración de Colecta


Cumple, Señor, tu promesa y envíanos a tu Espíritu Santo para que podamos dar testimonio ante el mundo con nuestra vida del Evangelio de Jesucristo, nuestro Señor, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amen.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 2, 1-6.14.22- 23.32-33
El día de Pentecostés, todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar. De repente se oyó un gran ruido que venía del cielo, como cuando sopla un viento fuerte, que resonó por toda la casa donde se encontraban.

Entonces aparecieron lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según el Espíritu los inducía a expresarse.

En esos días había e Jerusalén judíos devotos, venidos de todas partes del mundo. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma. Entonces Pedro, junto con los Once, se presentó ante la multitud, y levantando la voz dijo: “Israelitas, escúchenme. Jesús de Nazareth fue un hombre acreditado por Dios ante ustedes, mediante los milagros, prodigios y señales que Dios realizó por medio de él y que ustedes utilizaron a los paganos para clavarlo en la cruz.

Pues bien, a este Jesús, Dios lo resucitó y de ello todos nosotros somos testigos. Llevado a los cielos por el poder de Dios, recibió del Padre el Espíritu Santo prometido por él y lo ha comunicado, como ustedes los están viendo y oyendo”.
Palabra de Dios.
P: Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 103
R. Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra.

Bendice al Señor alma mía,
¡Dios mío, que grande eres!
¡Señor cuan numerosas son tus obras!
¡Y en todas tu sapiencia resplandece! llena de ellas está la tierra toda.
R. Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra.

Todos los seres vivos de ti esperan que les des, a su tiempo, el alimento:
apenas se lo das, ellos lo toman, abres tu mano, y quedan satisfechos.
R. Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra.

Cuando envías tu Espíritu,
los creas y renuevas la cara de la tierra. Gloria a Dios para siempre,
que el Señor en sus obras se recree.
R. Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra.

Al Señor cantaré mientras yo viva. Toda mi vida alabaré al Señor.
Que le sean agradables mis palabras, y yo, me alegraré con el Señor.
R. Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO

R. Honor y gloria a ti señor Jesús
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
R. Honor y gloria a ti señor Jesús

+ EVANGELIO
V./
El señor este con ustedes.
R./ Y con tu espíritu.

Lectura del santo Evangelio según San Juan 14, 15-21
P: Gloria a ti Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «Si me aman, cumplirán mis mandamientos; yo rogaré al Padre y él les daré otro Paráclito para que esté siempre con ustedes, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes en cambio, sí lo conocen, porque habita entre ustedes y estará en ustedes.
Palabra del Señor.

P: Gloria a ti, Señor Jesús.

MONICIÓN

Todos los candidatos y sus padrinos permanezcan de pie.

Estimado Sr. Obispo Fray César Garza Miranda. Estos jóvenes fueron bautizados con la promesa de que serían educados en la fe, y de que un día recibirían por la Confirmación la plenitud del Espíritu Santo. Este fue el compromiso que sus papás y padrinos adquirieron en el Bautismo. Como responsable de la instrucción catequética, tengo la satisfacción de poder decir a toda la comunidad aquí presente y también a usted, que estos jóvenes han recibido la catequesis conveniente a su edad. Es por eso que pido permita a estos jóvenes recibir el sacramento de la Confirmación.

Celebrante
En nombre de la Iglesia acepto con mucho gusto esta petición y juntos pediremos para que el Señor les conceda la Gracia de ser fieles a esta promesa, que ustedes van a recibir.

(Los candidatos toman asiento para escuchar la homilía)

Rito del sacramento
de la Confirmación

Renovación de las promesas del Bautismo

MONICIÓN.
Queridos niños, ahora, antes de recibir el don del Espíritu Santo, conviene que renueven personalmente la profesión de fe, que sus papás y padrinos hicieron, en unión con toda la Iglesia, el día de su Bautismo, y renuncien a todo lo que aparta del Reino de Dios, prometiendo seguir a Jesucristo con la fidelidad de los Apóstoles y mártires.

Celebrante
Antes de recibir el don del Espíritu Santo, conviene que renueven ante mí y ante los fieles aquí reunidos, testigos de su compromiso, la fe que sus papás y padrinos, en unión de toda la Iglesia, profesaron el día de su bautismo.

Celebrante:
– ¿Renuncian ustedes a Satanás y a todas sus obras y seducciones?
Confirmandos: Sí, renuncio

Celebrante:
– ¿Renuncian al pecado, para poder vivir en la libertad de los hijos de Dios?
Confirmandos: Sí, renuncio

Celebrante:
– ¿Renuncian a las seducciones del mal, para que no domine en ustedes el pecado?
Confirmandos: Sí, renuncio

Celebrante:
¿Creen en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?
Confirmandos: Si, creo.

Celebrante:
– ¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos, y está sentado a la derecha del Padre?
Confirmandos: Si creo.

Celebrante:
¿Creen en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que hoy les va a ser comunicado de un modo singular por el sacramento de la Confirmación, como fue dado a los Apóstoles el día de Pentecostés?
Confirmandos: Sí, creo.

Celebrante:
-Creen en la santa Iglesia católica, en la comunión de los Santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la vida eterna?
Confirmandos: Sí, creo.

A esta profesión asiente el celebrante proclamando la fe de la Iglesia:
Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia, que nos gloriamos de profesar en Cristo Nuestro Señor.
R: Amén.

IMPOSICIÓN DE LAS MANOS

MONICIÓN

El día de Pentecostés, los Apóstoles recibieron una presencia muy especial del Espíritu Santo. Los Obispos, sus continuadores, transmiten desde entonces el Espíritu Santo como un don personal por medio del sacramento de la Confirmación, que ahora se va a comunicar con la imposición de las manos del celebrante. La imposición de las manos es uno de los gestos que aparecen habitualmente en la historia de la salvación y en la liturgia para indicar la transmisión de un poder, o de una fuerza, o de unos derechos.

El Celebrante, de pie, con las manos juntas y de cara al pueblo dice:

Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso por esos hijos suyos que renacieron ya a la vida eterna en el Bautismo, para que envíe abundantemente sobre ellos al Espíritu Santo, a fin de que este mismo Espíritu los fortalezca con la abundancia de sus dones, los consagre con su unción espiritual y haga de ellos imagen fiel de Jesucristo.

Todos oran en silencio unos instantes.
Después el Celebrante impone las manos sobre todos los confirmandos. Mientras tanto el celebrante dice:

Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que has hecho nacer de nuevo a estos hijos tuyos por medio del agua y del Espíritu Santo, librándolos del pecado, escucha nuestra oración y envía sobre ellos al Espíritu Santo Consolador: Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo y de fortaleza, Espíritu de ciencia, de piedad y de tu santo temor. Por Jesucristo, nuestro Señor

Unción del santo Crisma

MONICIÓN.
Hemos llegado al momento culminante de la celebración del sacramento de la Confirmación.
El celebrante ungirá a cada uno de los confirmandos con el Santo Crisma, trazando la señal de la Cruz en su frente y diciéndole: “Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo”.
De esta manera, el cristiano ya bautizado queda configurado con Cristo que fue ungido por el Espíritu Santo para cumplir fielmente su misión y los compromisos que adquirió en el Bautismo.

(Los candidatos y padrinos se van acercando al celebrante, en fila y en orden).
Se presenta el santo crisma al celebrante. Se acercan a él los confirmandos.

El Celebrante:
N.+,Recibe por esta señal el Don del Espíritu Santo.
Y el confirmado responde:
Amén.
El Celebrante añade:
La paz sea contigo.
El confirmado responde:
Y con tu Espíritu.

Terminada la unción el Celebrante va a la sede, se lava las manos e introduce la oración de los fieles.

Oración de los fieles

Celebrante: Queridos hermanos: Oremos a Dios Padre todo Poderoso, unidos en la misma fe, en la misma esperanza, en la misma caridad, que proceden del Espíritu Santo. A cada petición diremos, Escúchanos Padre.

1. Por estos hijos que han sido confirmados por el Espíritu Santo, para que arraigados en la fe y edificados en el amor, den verdadero testimonio de Cristo. Roguemos al Señor.
R- Escúchanos Padre.

2. Por sus padres y por sus padrinos que se ofrecieron como responsables de su fe: para que no dejen de animarlos con la palabra y el ejemplo a seguir los pasos de Cristo. Roguemos al Señor.
R- Escúchanos Padre.

3. Por la santa Iglesia de Dios congregada por el Espíritu Santo: para que en comunión con el Papa Francisco, Nuestro Arzopispo Rogelio Cabrera López, el Celebrante Fray César Garza Miranda, aquí presente, y lo demás obispos auxiliares, crezcan en la unidad de la fe y del amor hasta que el Señor vuelva. Roguemos al Señor.
R- Escúchanos Padre.

4. Por todo el mundo, para que los hombres que tenemos un mismo Creador y Padre, nos reconozcamos hermanos, sin discriminación de raza o de nación, y busquemos con un corazón sincero el Reino, que es paz y gozo en el Espíritu Santo. Roguemos al Señor
R- Escúchanos Padre.

Celebrante
Señor, que enviaste a tus Apóstoles el Espíritu Santo y quisiste que por medio de ellos y sus sucesores, ese mismo Espíritu fuera comunicado a los demás creyentes: te rogamos que estos nuevos confirmados puedan difundir en el mundo los mismos frutos que produjo la primera predicación evangélica. Por Jesucristo nuestro Señor.
R- Amén

LITURGIA EUCARÍSTICA

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe Señor, las oraciones y ofrendas de tus fieles y tú que has perfeccionado en ellos la imagen de tu Hijo, haz que por la participación en el memorial de su sacrificio, que nos mereció a tu Espíritu Santo, puedan dar a su vida testimonio del Señor resucitado. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
R- Amén.

PLEGARIA EUCARÍSTICA

V./ El Señor esté con ustedes.
R./ Y con tu Espíritu.
V./ Levantemos el corazón.
R./ Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V./ Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R./
Es justo y necesario. 

En verdad es justo darte gracias, es bueno cantar tu gloria, Padre santo, fuente y origen de todo bien.
Tú, en el bautismo das nueva vida a los creyentes y los haces partícipes del misterio pascual de tu Hijo.
Tú los confirmas con el sello del Espíritu, mediante la imposición de manos y la unción del crisma.
Así, renovados a imagen de Cristo, el ungido por el Espíritu Santo y enviado para anunciar la buena nueva de la salvación, los haces tus comensales en el banquete eucarístico y testigos de la fe en la Iglesia y en el mundo.
Por eso, nosotros, reunidos en esta asamblea festiva para celebrar los prodigios de un renovado Pentecostés, y unidos a los ángeles y a los santos, cantamos el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor…

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Bendice, Señor, sin cesar a estos hijos tuyos, que has consagrado con la unción del Espíritu Santo y alimentado con el sacramento de tu Hijo, para que superen todas las adversidades, alegren a tu Iglesia con la santidad de su vida, y con su trabajo y con su amor la extiendan por todo el mundo. Por Cristo nuestro Señor. Amén

RITO DE CONCLUSIÓN

El Celebrante, extiende las manos hacia el pueblo y dice:
El Señor esté con ustedes.
R: Y con tu espíritu

Bendición solemne

Dios Padre todopoderoso, que los adoptó como hijos, haciéndonos renacer del agua y del Espíritu Santo, les bendiga y les haga siempre dignos de su amor.
R. Amén.
El Hijo unigénito de Dios, que prometió que el Espíritu de verdad estaría siempre en la Iglesia, les bendiga y les fortalezca en la confesión de la fe verdadera.
R. Amén.
El Espíritu Santo, que encendió en el corazón de los discípulos el fuego del amor, les bendiga y, congregándolos en la unidad, les conduzca a los gozos del reino eterno.
R. Amén.
Y la bendición de Dios todo poderoso Padre +, Hijo + y Espíritu + Santo, descienda sobre ustedes.
R. Amén.

© Liceo de Monterrey Blueridge