Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad;
Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice: por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu,
Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo:
de manera que sean para nosotros Cuerpo y + Sangre de Jesucristo, nuestro Señor.
Junta las manos.
En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor han de pronunciarse con claridad, como lo requiere la naturaleza de éstas.
El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente aceptada,
Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
tomó pan, dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
Se inclina un poco.
«Tomen y coman todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por ustedes».
Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora haciendo genuflexión.
Después prosigue:
Del mismo modo, acabada la cena,
Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: tomó el cáliz,y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Se inclina un poco.
«Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los pecados.
Hagan esto en conmemoración mía».
Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora haciendo genuflexión.
Luego dice:
Éste es el Sacramento de nuestra fe.
Y el pueblo prosigue, aclamando:
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Así, pues, Padre,
al celebrar ahora el memorial
de la muerte y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos
el pan de vida y el cáliz de salvación,
y te damos gracias
porque nos haces dignos de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente
que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos
del Cuerpo y Sangre de Cristo.
C1
Acuérdate, Señor,
de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa Francisco, con nuestro obispo Rogelio,
y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de estos niños que por vez primera invitas en este día a participar del Pan de vida y del cáliz de salvación, en la mesa de tu familia; concédeles crecer siempre en tu amistad y en la comunión con tu Iglesia.
C2
Acuérdate también de nuestros hermanos
que se durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro. Ten misericordia de todos nosotros,
Y así, con María, la Virgen Madre de Dios, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos,merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.
Junta las manos.
Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz y, sosteniéndolos elevados, dice:
Por Cristo, con él y en él,
a ti, Dios Padre omnipotente,
en la unidad del Espíritu Santo,
todo honor y toda gloria
por los siglos de los siglos.
El pueblo aclama:
R. Amén.